Herramientas para entender y ayudar a vuestros hijos en la vuelta al colegio

Vuelve el colegio y para muchos niños y niñas vuelve un lugar que les genera ansiedad, vuelven para las familias situaciones incómodas que creíais haber superado y que generan un gran nivel de estrés en la casa. Desde que en el mes de Marzo se suspendieran las clases presenciales y se activara la educación online, niños con problemas de habilidades sociales, niños que se sienten desplazados y solos en clase, chicos que han sufrido o sufren acoso escolar, niños con dificultades en el aprendizaje, para quienes la escuela es un espacio de incomprensión y de sentimiento de inferioridad… Niños y niñas que en general el colegio les genera por un motivo u otro ansiedad, han experimentado durante toda la cuarentena señales de mejorías tanto a nivel emocional como conductual. Seguramente muchos de vuestros hijos, quienes ven el colegio como un lugar hostil, al enterarse de que de repente, de la noche a la mañana, no tenían que ir al colegio, mostraron una felicidad rotunda, pues, no solamente se quitaban de estar en clases (para algunos soporíferas) y de una gran cantidad de deberes, se estaban quitando de un plumazo aquello que le generaba ansiedad, un mal psicológico que no solo afectaba al plano emocional, sino también al comportamental y social.

En las siguientes semanas del confinamiento seguramente empezasteis a ver a vuestros hijos más relajados, que no estaban en un estado de alerta constante, se les veía más alegres y con una actitud más feliz ante la vida. Seguramente aquellos que tuvieran tics incluso vieron como estos se reducían e incluso desaparecían, ¡milagro! Los problemas diarios en la casa también se habían reducidos y vuestros hijos estaban más colaboradores. En general, vuestros hijos eran más felices.

¿Qué sucede cuando volvemos a la normalidad?

Sin embargo, con la llegada del verano y con más posibilidades de encuentros sociales con niños de su edad, con la llegada de los campamentos de verano y juegos en las piscinas, vuestros hijos e hijas empezaron a recaer en problemas que existían antes de la cuarentena. Vuestros hijos empiezan a enfadarse con otros niños porque dicen que le insultan o han pegado, cuando la realidad es que ha sido un lance del juego y ellos lo han malinterpretado. Vuelven a deciros que no quieren ir a ciertos sitios porque no juegan con nadie y están solos, incluso hay niños que se ríen de ellos. Adultos responsables de las actividades en las que estaban apuntados vuelven a llamaros como antes de la cuarentena para avisaros de que vuestros hijos “ha hecho o ha dicho tal”.

En resumen, volvéis a ver comportamientos de antes de la cuarentena que pensabais que ya se habían solucionado ya sea por la madurez, por el tiempo o por arte de magia. Pero la realidad es que los problemas psicológicos no se solucionan ni con la madurez, ni por el paso del tiempo y mucho menos sin motivo alguno. Durante todo este tiempo vuestros hijos han estado sin el colegio y por tanto sin niños con los que
relacionarse, han estado en casa, bajo la seguridad que vosotros, padres y madres, le generáis. La vuelta de la deseada normalidad implica para ellos enfrentarse a situaciones a la que no están preparados, pues no tienen las herramientas suficientes. 

Durante el último trimestre no habían solucionado y afrontados sus problemas, es que ese problema había desaparecido. Pero al volver el problema vuelven los síntomas. Con un aliciente que no teníamos en cuenta, y es que se habían acostumbrados a una realidad que ni era realidad ni iba a ser para siempre. Esta vuelta a la normalidad y con ello al colegio, es de esperar no que aparezcan los síntomas de antes, sino que aparezcan con mayor presencia. Pues, aunque han sido varios meses, para ellos ha sido como una vida.

¿Qué podéis hacer para ayudar a vuestros hijos e hijas en el regreso al colegio?

Lo primero y más importante y es algo que he repetido en varios artículos y seguiré insistiendo en ello, es el amor incondicional a vuestros hijos. A la hora de amar no os centréis en su comportamiento, sino en como son. Ellos tienen que saber que sois la figura de apoyo que ellos necesitan ante situaciones complicadas, que sepan que pueden recurrir a vosotros sin ser juzgados. Que sepan que independientemente de lo
que haya sucedido los vais a escuchar e intentar comprender y empatizar. Porque todo comportamiento tiene un porqué. Tenéis que ayudarles a que vean a los profesores como aliados, personas de confianza que en ausencia vuestra van a apoyarlos y defenderlos. Ellos tienen que saber que pueden recurrir a ellos si algo pasa. Sería recomendable explicarles que hablar con el profesor si alguien le ha dicho o hecho algo no es chivarse (para los niños es lo peor que se puede hacer) sino defenderse.

Hablad con ellos, preguntarle que les pasa, sino quieren hablar sobre el tema no los atosiguéis y esperad a que estén preparados para contarlo. Este proceso lo podéis agilizar jugando con ellos, pues jugando bajan sus defensas y hablan de todo. Ayudarles a ver las cosas positivas que puede tener el colegio, porque en la mayoría de los casos algo hay que les guste y motive. Incluso podéis usar como apoyo, el material nuevo que van a estrenar, a muchos niños y niñas les encanta eso.

Por último, ayudarles a entender qué es lo que sucede a su alrededor y qué es lo que le sucede a él. A veces las cosas no son como ellos creen y necesitan de la familia para comprenderlas y asumirlas.

Herramientas para entender y ayudar a vuestros hijos en la vuelta al colegio

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