Pautas para entender y ayudar a los niños adoptados II

Que un niño haya sido adoptado significa por desgracia que ese niño ha sufrido, significa que este niño hasta ese momento la vida no le ha tratado como se merece, y que con esa edad ha visto y vivido situaciones que nadie debería de haber experimentado y que desde luego ojalá nadie tenga que hacerlo.

Es fundamental que los padres que hayan adoptado o tengan la intención de hacerlo, entiendan que el hijo o hija que vaya entrar en sus vidas, en su día a día no ha tenido lo que sí que hemos tenido todos, y es la infancia. Los niños adoptados no tuvieron infancia, por un motivo u otro se la robaron, e hicieron de ella un tormento. Esta pérdida, tiene unas consecuencias enormes. Los niños adoptados pueden tener consecuencias físicas y neurofisiológicas, problemas afectivos, de relación con sus iguales, problemas del desarrollo, trastorno por estrés postraumático, baja autoestima, rabia, culpa…

Es importante que entendáis esto, no para sentir pena, sino para que empaticéis con él, para que intentéis entender por qué hace cosas en la actualidad sin que tenga sentido para vosotros, para que entendáis que no siempre va a reaccionar como vosotros esperáis y tengáis muy claro que empatizar implicará mucha paciencia por vuestra parte, porque os hará falta para querer y ayudar a vuestro hijo adoptivo.

A la hora de adoptar a un niño es fundamental que haya un amor incondicional hacia esa persona. Esto significa que tiene que predominar el amor ante cualquier cosa, incluso al comportamiento, porque habrá muchos casos de niños adoptados con comportamientos muy disruptivos que os harán replantearos muchas decisiones ya tomadas. El amor tiene que prevalecer ante todo y vuestro hijo tiene que sentir ese amor.

Cuando hablamos de niños adoptados, hablamos de niños que por un motivo u otro la vida les ha enseñado a ser inseguros, les ha enseñado que la vida no es justa con ellos y que la única defensa ante esto es crear una “coraza”. Son niños que seguramente no entiendan las muestras de cariño porque nunca lo han recibido o lo han hecho de manera inadecuada.

Hay que enseñarles que es el afecto, y puede que para ellos esto resulte raro y difícil, por eso hay que preguntarles cómo prefieren esas muestras, cómo están más cómodos para recibir todo ese amor que tenéis los padres para darle.

Las muestras de cariño no tienen que estar siempre justificadas, podemos darlas y solicitarlas sin motivo alguno, que ese mundo hostil que han vivido hasta ahora se vaya reconstruyendo en uno donde el amor tiene cabida.

Al hablar de niños adoptados, estamos hablando de niños inseguros porque su vida, que se tambaleaba, se ha desplomado. No ha habido estabilidad en su vida, no ha habido una seguridad por parte de sus cuidadores, por eso mucho cuidado con los comentarios que se pueden llegar a decir y que están muy normalizados porque todos los hemos llegado a escuchar alguna vez. Mucho cuidado con hacer comentarios relacionados con la expulsión de la casa “te vas a ir a un internado” porque son niños que viven con la inseguridad, con la incertidumbre de que sucederá al día siguiente. Para evitar esto, plantear planes a largo plazo, que vea que contáis con él, que queréis que esté con vosotros en vuestra vida.

El refuerzo tiene que estar siempre presente en la crianza de los niños, y en los adoptados mucho más. Estamos hablando de niños que seguramente no han recibido los cuidados necesarios por parte de sus padres y no ser cuidados es no ser queridos y no ser queridos por tus padres es no sentirte valorado. Hay que reforzar independientemente del comportamiento, porque seguramente en la casa haya conflictos, y muchos de ellos en principio sin un sentido aparente.

Los momentos de buen comportamiento serán los que predominen, aprovechadlos para reforzarles, para decirles cosas bonitas, para que se sientan amados.

Pautas para entender y ayudar a los niños adoptados II

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *