Uno de los quebraderos de cabeza en las familias son los celos entre hermanos. Los padres muchas veces no comprendéis cómo puede uno tener celos del otro si los tratáis iguales y le dais las mismas cosas. En este artículo intentaremos comprender por qué de esos celos y qué poder hacer para ayudar a vuestro hijo a gestionarlos de la mejor forma posible.
En el espectro de las emociones hay un sinfín, algunas son más positivas y tendemos a buscarlas como podrían ser la alegría y otras más negativas y evitadas a poder ser como el enfado. Pero sin lugar a dudas todas las emociones son necesarias y, siendo realistas, todas las emociones son buenas, porque son adaptativas. Que se conviertan ya en una cosa u otra dependerán del momento en el que emerjan, de la intensidad y del control que tengamos de ellas.
Los celos son una de esas emociones que podríamos categorizar de las negativas que no queremos que aparezcan en nuestra vida. Sin embargo, como ya se ha dicho, tienen una utilidad adaptativa de protección ante una amenaza, en función de cómo gestionemos estos celos oscilarán hacia un lado u otro.
Lo que está claro es que todos en algún momento de la vida hemos sentido celos, ya sea por un amigo, por un compañero de trabajo e incluso celos de la pareja. Los niños desde luego no iban a ser diferentes a los adultos, y ellos también tienen celos y es muy común ver celos entre hermanos, principalmente del hermano mayor hacia el menor.
Intentad Imaginar la situación de ese hijo único que es el centro de todas las miradas, todo el mundo habla de él, todo el mundo quiere jugar con él, siempre le traen regalos y, por supuesto, papá y mamá están única y exclusivamente para él. Es o se percibe como el centro del universo. Pero de repente, todo cambia, las miradas ya no van dirigidas a él, la gente ya no juega tanto con él, a los familiares se “les cae la baba” literalmente con el nuevo miembro de la familia, y aquel que se sentía el centro del universo se empieza a sentir apartado y desplazado por su nuevo hermano. Visto de esta manera, a lo mejor es más fácil de comprender que tenga celos.
¿Qué podéis hacer los padres para ayudar a vuestro hijo e hija?
Lo primero que tenéis que entender los padres es que los celos entre hermanos es algo normal, una emoción más de las muchas que experimentan vuestros hijos y, como el resto de éstas, tenéis que ayudarle a gestionar.
Vuestro hijo e hija cuando tiene celos os está diciendo abiertamente que quiere y necesita más atención por vuestra parte. Dadle esa atención que necesita. Esto no significa que tengáis que estar todo el día encima de vuestro hijo y haciendo todas las actividades que él reclame. Significa dedicar unos minutos del día, a hacer algo que a él le gusta, solamente con él, sin su hermano o hermana y en un lugar donde únicamente esté él, que se haga sentir especial y querido. Este tiempo tiene que ser de ocio, nada de obligaciones o echar cosas en cara, única y exclusivamente diversión.
Vuestros hijos están experimentando una emoción nueva que antes no habían sentido. Dadle nombre a esa emoción, que ellos sean capaz de poder expresar lo que sienten y que vosotros podáis entenderlo, eso les ayuda y libera. Explicadles porqué se sienten así y hacerles ver que es normal. Necesitan comprensión, dársela.
Vuestro hijo está viendo a su hermano como algo negativo, ve como desde que llegó todo ha cambiado para mal. Esa visión hay que ir cambiándola. Ayudadle a ver que tener un miembro en la familia más es positivo. Reforzad a vuestro hijo cuando esté con su hermano y estén haciendo cosas. También se le puede pedir ayuda a vuestro hijo cuando seáis vosotros quienes necesitéis ayuda con su hermano menor (siempre para tareas sencillas como que os traiga algo) y usarlo como un refuerzo.
Muchas veces, el hermano o hermana mayor protestan cuando su hermano pequeño está con algún familiar. En estos casos, hay que explicarle y ayudarle ver, que hay veces en las que se puede estar con un familiar a solas, otras veces hay que “compartir” a ese familiar, incluso otras en las que su hermano estará con esa persona y él no, pero que eso no significa que la otra persona no sienta amor por él, que puede quererle y mucho sin que esté presente o haya otras personas.
Puede darse, que los celos lleguen a actos agresivos hacia su hermano. En este caso hay que poner claro los límites y proteger al hermano menor. Para ello, os recomiendo que leáis un artículo que escribí hace tiempo, “Qué podemos hacer ante una rabieta” (https://albertobuenopsicologia.es/rabietas).
Por último, tener muy claro, que, aunque vuestro hijo tenga celos de su hermano, no significa que no le quiera. Posiblemente le buscará para jugar, compartirán momentos agradables y habrá un gran cariño hacia su persona. Simplemente, está experimentando unos cambios en su vida y una emoción desconocida que tenéis que ayudarle a gestionar y entender.