Pautas para entender y ayudar a los niños adoptados

Mucha gente piensa que los niños adoptados dejan sus problemas y su pasado en el momento que llegan a su nueva familia, con su nueva casa, pero la realidad es que no, es justamente en este momento cuando su pasado se hace más presente y todos los problemas empiezan a emerger.

Cuando hablamos de un niño adoptado, estamos hablando de un niño que ha sufrido. Ha sufrido algún tipo de abandono, ya sea físico, de sus cuidados o abandono afectivo. Como consecuencia, el niño puede presentar problemas fisiológicos o neurofisiológicos, trastornos de la personalidad y del comportamiento, problemas del
apego con los adultos y problemas a la hora de relacionarse con sus iguales. 

Pueden experimentar emociones intensas, expresándolas de una manera no controlada y disruptiva. Además, pueden presentar problemas en el desarrollo cognitivo, psicomotor y lingüístico. Los niños adoptados, además de las necesidades básicas de todo niño: afecto,
cuidados básicos y exploración del entorno, tienen otras necesidades propias de la adopción. Unas de las necesidades básicos es conocer y aceptar su pasado, además de comprender como éste repercute en su presente y futuro. 

Tienen la necesidad de la comprensión de sus padres antes las emociones de rabia, tristeza, melancolía. Necesitan una actitud proactiva de sus padres adoptivos en la búsqueda de sus
orígenes. Necesitan sentirse queridos, aceptados e integrados en la nueva familia, una nueva familia con la que no comparten apariencia física.

El niño adoptado vive en el duelo porque ha perdido a sus padres, ha perdido su casa, su colegio y puede que haya perdido su país y cultura. El niño adoptado tiene que adaptarse a su nueva vida, una vida con personas nuevas, casa nueva, colegio nuevo, normas nuevas y en el caso de adopción internacional un idioma y una cultura.

Todos estos niños tienen una historia detrás que les marca y modula su personalidad. La relación que han tenido con los adultos hasta que llegan a la nueva familia ha podido ser deficitaria, con una figura de apego insegura. Esto marcará sus relaciones futuras y especialmente en el nuevo vínculo con sus padres adoptivos.

¿Qué podemos hacer para ayudar al niño en este proceso tan difícil?

Todo esto genera gran inseguridad al niño, que entra con miedo y sin saber que se va a encontrar en su “nueva” vida. Por eso los padres, para ayudar a su hijo en la adaptación, es importante que vayan al ritmo que les marque el niño, si el niño no se siente cómodo con muchas muestras de cariño hay que reducirlas en intensidad y frecuencia. Incluso se le puede preguntar cómo le gustaría que le mostrasen ese afecto. 

Si veis que se agobia con muchas visitas de familiares, reducirlas en tiempo y cantidad. Hay que intentar controlar todos los deseos fantaseados durante el proceso de adopción y adaptarse a lo que él necesita en ese momento, sin prisas. Hay que mostrarle amor y que sea independiente de su conducta. Se tiene que sentir querido y si hace algo que no está bien, no achacárselo a su persona, solamente a su comportamiento. Durante posibles enfados, evitar siempre cualquier comentario de expulsión de la casa, tipo “vas a ir a un internado” aunque sea en tono jocoso. Su historia personal les hace ser muy sensible y vulnerables a estas verbalizaciones. Reforzar sus logros, que vea que se le valora el esfuerzo y se tiene que hacer independientemente de su comportamiento. Si por la tarde ha habido una discusión grande por los deberes, pero a la hora os ayuda a recoger el salón, hay que dejar el enfado a parte y hacerle ver que le agradecéis su esfuerzo y ayuda. Es muy importante que escuche de vuestra voz comentarios positivos hacia su persona. En esta primera etapa de adaptación a su nueva vida, hay que evitar hacer comentarios negativos sobre su pasado y no hacer muchas preguntas sobre él.

Hay que ayudarle a expresar las emociones de una manera correcta, siendo vosotros los padres modelo de cómo gestionar las emociones, sobre todo las de rabia, frustración, culpa… Es muy importante que los padres dejéis de lado esa imagen idealizada de vuestro hijo. Él viene con una historia detrás, una personalidad en muchos casos ya formada. Seguramente al principio será encantador porque querrá agradaros con su comportamiento, pero cuando se sienta seguro puede que empiecen los enfados, los gritos…que en principio no tendrán ningún sentido ni explicación, pero viene marcado por su pasado. No hay que olvidar jamás que todos los niños adoptados vienen de situaciones duras, son niños que han sufrido y que están faltos de amor y cariño, que es lo único que buscan y que muchos de ellos, al no haber tenido un modelo del quien aprender a amar, no saben mostrar el amor de una manera sana, por eso es muy importante ser abiertos durante la adopción, estar preparados para las situaciones que vayan sucediendo e ir dándole solución.

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