Cómo llevar un divorcio sin dañar a vuestro hijo

Según el Instituto Nacional de Estadística, más de 3 de cada 10 matrimonios terminan en divorcio en nuestro país (fuente: “España en Cifras 2019 – INE”). Son datos desde luego alarmantes y que llevan a una reflexión necesaria sobre porqué tantos matrimonios en España terminan en rupturas.

El divorcio significa que el amor que existía en la pareja ha desaparecido, por el motivo que sea, y que la convivencia ya no beneficia a ninguna de las partes. Este proceso es doloroso, ver que el proyecto de vida que uno tenía en la cabeza se desmorona no es fácil y más si hay niños de por medio.

Para los niños, esta etapa será dura, pero dependerá de los padres que sea solo eso, una etapa dura o un trauma que lleven consigo durante toda la vida.

Para que el divorcio sea lo más sano posible para vuestros hijos es imprescindible que todas aquellas discusiones que se puedan tener con la pareja se hagan siempre sin la presencia de los hijos. Todo lo que se tenga que hablar debe de ser en privado, son problemas de adultos que no los tienen que pagar los niños.

El respeto entre los padres tiene que ser siempre una condición inquebrantable. No olvidéis que para vuestros hijos vuestra expareja sigue siendo su padre o madre y que para ellos escuchar comentarios despectivos sobre ellos será duro e insoportable. Vosotros podéis estar enfados con vuestra expareja, pero no olvidéis que vuestro hijo sigue amando a esa persona con locura.

Hasta que llegue el momento de la separación y también a posteriori el trato tiene que ser cordial y educado. Pedirle a vuestro hijo que se controle mientras que ve que vosotros no lo hacéis es incoherente y desde luego así no lo vais a conseguir.

Es fundamental que jamás se use al niño como intermediario para saber qué cosas pasan en la otra casa, para hablarle mal del padre o madre, jamás intentéis poner a vuestro hijo de vuestra parte creando una alianza frente a vuestra expareja. En el caso de hacer estas cosas esto tiene un nombre, y es maltrato infantil.

El divorcio es una etapa difícil para vosotros, vais a tener cambios de humor y momento de tensión que no debéis de pagar con vuestros hijos. En el caso de que esto suceda habladlo con ellos y resolvedlo de manera empática, pedir perdón a vuestros hijos es muy sano y educativo.

El momento de comunicar el divorcio es siempre uno de los más difíciles que tendréis que afrontar como padres, pero también lo será para vuestros hijos. Por eso hay que prepararse muy bien qué es lo que se quiere decir y cómo se le va a explicar. Esta explicación debería ser con los padres juntos, aclarando que el divorcio no es culpa suya y que únicamente significa que sus padres ya no van a ser pareja pero que sí seguirán siendo siempre sus padres. Para los niños más pequeños usar muñecos puede ayudar a que lo entiendan mejor y descargar emocionalmente la situación.

Durante todo el proceso no olvidéis que el bienestar e interés de vuestro hijo está por encima del vuestro. Como padres tenéis que proteger siempre a vuestros hijos y más en situaciones tan vulnerables como éstas.

En caso de que el divorcio no sea de buenos tratos y no haya acuerdo entre los padres y estos terminen en los juzgados, no olvidar que, aunque ya no seáis parejas seguís siendo los padres de vuestros hijos. Es decir, cuidad lo que se dice y lo que se hace porque hacérselo a vuestra expareja es hacérselo a vuestro hijo.

Por último, tener en cuenta que estamos hablando de un proceso de perdida, y que el ritmo de los niños y adolescentes no es el mismo que el de los adultos, por eso, respetar el ritmo que ellos os marquen. En algunos casos puede que sea necesaria la ayuda de un profesional.

Cómo llevar un divorcio sin dañar a vuestro hijo

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